El fútbol, SU
deporte.
Miguel
Macri, el gran docente y entrenador de fútbol, prioriza los valores de la vida
por sobre todas las cosas y cada vez que uno posee la oportunidad de poder
escucharlo se va maravillado al oír sus anécdotas, principios y valores.
Ocasionalmente, estos valores no quedan fuera del fútbol para él, tratando
siempre de que prevalezcan dentro y fuera de la cancha.
En el mundo
del fútbol, considera que a los más chicos siempre se les debe enseñar las
cosas básicas de la vida, ver su estado de ánimo cuando llegan al
entrenamiento, ya que uno nunca sabe por las situaciones que pasan el resto del
día fuera del horario deportivo (hambre, sueño, largos viajes, etc). Los demás
entrenadores, mayoritariamente, suelen priorizar la victoria de su equipo el
día en que se disputa el partido de futbol y con eso poder irse conformes a sus
casas sin pensar en sus dirigidos, prevaleciendo el éxito personal, en cambio,
Miguel no.
En su
carrera como futbolista siempre fue un tipo que la peleo, muy desde abajo y
logrando todo con continuidad, paciencia y sobre todo perseverancia.
Perseverancia que Macri conoce demasiado bien. En sus primeros pasos en el
fútbol, le tocó vivir una definición por penales, y no fue una definición
cualquiera. Marcó su vida, ya que le tocó patear el penal en
el cual, si erraba, su equipo descendería. Nadie quería patearlo, cuenta que
algunos de sus compañeros se escondían detrás de los bancos de suplentes, otros
fingían lesiones para no patearlo, él adolescente, inmaduro, dando sus primeros
pasos en primera, sacó pecho y le dijo al técnico que estaba decidido a
patearlo.Desgraciadamente el penal lo
erró, y no solo eso, su equipo descendió a la más baja de las categorías.
Después de este suceso, creyó que nunca podría sobreponerse ante este hecho tan
significante en su vida, más con su corta edad, marcando su adolescencia. Pero
algo inesperado llegaría al próximo año. Un nuevo entrenador, pero no cualquier
entrenador. Uno cómo termino siendo él, similar, equivalente.
En el primer
partido como técnico debutante, antes de salir a la cancha, ya por dar comienzo
al primer partido en la mínima categoría a la cual su equipo había descendido,
el nuevo Director Técnico, sorprendentemente, realiza una pregunta, la cual muy
pocos esperaban: ¿Quién pateo el penal definitorio que nos mandó a esta
categoría?. Todos sorprendidos, a la espera de la respuesta de Miguel, que
firmemente dijo “YO” (esperando que el DT le diga que no le iba a tener en
cuenta o algo similar). El nuevo entrenador lo miró y rotundamente afirmó que a
partir de ese momento, iba a ser el capitán del equipo.
No sólo
termino siendo el capitán del equipo, sino que es un capitán de la vida al cual
habría que seguirle sus pasos.
Mateo Costa.
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