“El capitalismo lleva en su ADN la figura del otro ajeno que
hay que excluir para preservar el sistema”
Los
profesionales Novaresio, Ricciardino y Schwarzstein opinaron sobre la criminalización
mediática, sus causas y sus efectos.
En Argentina,
los mensajes transmitidos por los medios tienen un impacto notable sobre sus
receptores, tanto en el plano social como en el ideológico. Esto puede ser
motivo de que dichas corporaciones mediáticas aprovechen este factor y lo
utilicen como herramienta para fines propios.
“La “criminología mediática” […] se construye desde los medios de
comunicación, al servicio del poder y de un modelo de “Estado gendarme” o
“policial” de raíces estadounidenses, que infla el miedo, alimenta la paranoia,
estigmatiza e instala la creencia de que la única salida está en respuestas
vengativas como encerrar, castigar, reprimir y ajusticiar”, afirma Raúl
Zaffaroni, Juez y ex-ministro de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país,
en su libro “La palabra de los muertos”.
Sin embargo, hay quienes se oponen a
esta teoría. Tal es el caso de Luis Novaresio, reconocido abogado y personaje
mediático, quien actualmente trabaja en la ciudad de Buenos Aires, que afirmó:
“Rechazo semejante categorización de "criminalización mediática". No
la comparto ni desde lo teórico ni desde lo empírico. Semejante postulado me
parece prejuicioso, tendencioso y apenas una opinión de relativo, si no escaso
valor”, y agregó: “El estigma de la pobreza lo generan años y años de políticas
que sostienen al 30% de la población en la pobreza”. Ahora bien, para que esta estrategia
mediática pueda repercutir con éxito se necesita de cierto contexto social, que
acompañe el desarrollo estigmatizante del discurso “justificando”, en cierta
forma, este tipo de producciones. Y ese contexto se da precisamente en
Argentina, donde la inseguridad y la delincuencia crecen día a día, al igual
que el temor de los ciudadanos. La
idea de “preservar el sistema” de la que habla el periodista de LT8 es también
expresada en un párrafo del libro de Zaffaroni: “La criminología mediática
tiene una finalidad política para defender modelos económicos determinados,
contrarios a la distribución, […] instala demandas de ley y orden”.
Tal es el caso de la
teoría de la llamada “criminalización mediática”. Esta sostiene que los medios
de comunicación utilizan las notas sobre crímenes y delitos como herramienta
para estigmatizar a determinados sectores de la sociedad, fomentar las
respuestas violentas y vengativas e incluso, la discriminación hacia estos.
Además, la cuestión de la
construcción del “otro” que nos acecha la comparte también Schwarzstein: “Lo
que la inseguridad produce en muchos sectores, y los medios con su discurso y
la construcción de su agenda abonan, es miedo. Y el miedo separa, fragmenta.
Nos aleja del otro, pues lo pone en forma permanente en lugar de sospecha. Y
eso despierta lo peor de cada uno y del conjunto. El miedo es padre del odio. Y
mata: probablemente al temido; seguro al que teme”.De la misma forma podemos
distinguir qué consecuencias tiene la criminalización mediática (además de las
ya mencionadas) y cómo se evidencian en nuestra sociedad. “Conozco casos de
estigmatización mediática a montones”, afirmó Ricciardino, que continuó: “Creo
que el pibe linchado en barrio Azcuénaga de Rosario, David Moreira, es un caso
clave. El pibe intentó robar y lo mataron a golpes. Es tal la distorsión que
los autores del brutal crimen ni siquiera comprendían que estaban cometiendo un
delito peor que el que iba a cometer Moreira”, y finalmente, culminó: “Los
vecinos intentaron encubrirlos porque entendían que estaban haciendo bien, que
estaban haciendo "justicia" al matar a un chorro”.No caben dudas: la estigmatización y los discursos
criminalizadores tienen consecuencias notablemente negativas en la sociedad, y
debe ser prioridad tomar conciencia. Esto según Schwarzstein, puede lograrse
desde el círculo interno de los medios: “Como periodistas, una cosa que podemos
hacer es revisar nuestro lenguaje y no dejar que nuestras opiniones se rijan
por determinadas corrientes de pensamiento que se instalan en la sociedad, por
más mayoritarias que éstas puedan ser o parecer”.
Por otro lado,
periodistas de la ciudad de Rosario, como Damián Schwarzstein (Rosario3), o
Leonardo Ricciardino (Canal 5, LT8, Rosario12) creen que la criminalización
mediática es un hecho y que “Hay que erradicarla. Tomar conciencia del peso que
pueden tener las palabras que, paradójicamente, usamos livianamente”, según
afirmó Schwarzstein. Ricciardino, por su parte, opina que el fenómeno es mucho
más profundo de lo que aparenta: “La estigmatización social es producto no
sólo del discurso mediático, sino que es un fenómeno más amplio y extendido que
tiene que ver con parámetros históricos, políticos y culturales. Lo que muchos
medios hacen es amplificar esa estigmatización que no es ajena a la sociedad.
Pero sí influyen en la sociedad al reproducir permanentemente un mensaje
estigmatizante”.
Pero resulta que estos discursos no sólo son producidos
con el fin de difundir este pensamiento prejuicioso: “Los medios tienen
intereses políticos y por lo tanto son actores políticos. En ese sentido, pueden
en parte construir este discurso con una intencionalidad política, ya sea
propia, en contra de alguien o, por ejemplo, a favor de un candidato que
levanta el discurso de la mano dura. Pero a la vez, los medios construyen su
discurso y su agenda con el objetivo de medir. Y hoy por hoy la agenda de la
inseguridad, y el discurso criminalizador, "rinden" en ese plano”,
aclaró el director de Rosario3. Novaresio coincide con esta declaración: “No
desconozco que existe la utilización del contenido de la noticia policial como
contenido sujeto a la regla de las mediciones de rating, que rechazo”. De todas
formas, le restó importancia a la cuestión: “Entiendo que los mass media pueden imponer cierta agenda pero no
la opinión definitiva sobre ella”.
Así
lo cree también Ricciardino: “La creciente inseguridad que hay en el país crea
un marco ideal para que prospere esa estigmatización y/o criminalización
social. El capitalismo lleva en su ADN la figura del otro ajeno, del afuera,
del que hay que excluir para preservar el sistema. Son mecanismos muy
arraigados”.
Por Santiago Schwarzstein
Fuente:
-Luis Novaresio, periodista de radio "La Red" y America.
-Damián Schwarzstein, director de Rosario3.
-Leonardo Ricciardino, periodista de Canal 5, LT8 y Rosario12.
-Libro "La cuestión criminal", de Raul
Zafaronni.
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